Sing Street: El espíritu de arriesgar

Jóvenes rebeldes en plena fase de explosión vital, deseosos de transmitir la existencia de un mundo repleto de nuevas emociones. Todo ellos, desbordantes de sobradas energías para agitar las almas de millones de individuos que desconocían como resurge del interior un ritmo excitante. Notas musicales que se van entrelazando a través de una melodía, se cuelan por los tímpanos para crear unas dinámicas en el psique capaz de romper muros y transformar algo tan complejo como el estado de ánimo de una sola persona. La música es el lenguaje. Es el medio para dar a luz historias puras, propias y desgarradoras. Y todo empezó con un cartel en un instituto para buscar a nuevos integrantes de una banda donde los elegidos, marcados por el destino, decidieron reunirse para empezar a componer y tocar. Y por cierto, que bien que lo hicieron y que buenos que eran. 

Este preámbulo es un símil entre el punto de partida de Sing Street y la génesis de grupos tan legendarios como Duran Duran, Simply Minds o U2 entre otros: época de cuando todo lo que hacían contenía mensaje y merecía ser contado sin excesivos adornos comerciales. John Carney, conocido por dirigir otras películas, con la música como tema principal, es conocido por Once o Begin Again, esta última interpretada por Keira Knightley, Mark Ruffalo y Adam Levine. En esta ocasión, desde tierras irlandesas, nos rescata una actitud sobre cómo en situaciones no muy favorables como el bullying, la crisis económica, la fustración,... No es impedimiento suficiente para que unos adolescentes tomen sus instrumentos para hacer aquello que más desean.


Película con una humilde puesta en escena, que a pesar de su temática, no es íntegramente musical, puesto que no se desenvuelve a través de un canto continuado al estilo Los Miserables. Sin pretensiones de ser una gran producción, sin una gran fotografía ni grandes fuegos artificiales técnicos como Moulin Rouge o Chicago, Sing Street se desarrolla a través una trama sencilla, con una simple historia de amor, que a los pocos minutos de largometraje produce un gran efecto magnético por como las escenas dramáticas se contrarrestan con escenas cómicas muy disfrutables. El secreto de la aparente sencillez de Sing Street está en los distintos mensajes que ofrece, entre los cuales, el más notable, pasa por la valentía en tomar riesgos para hacer música. Extrapolable como un tipo de actitud en la vida, pero que también se puede considerar como una reivindicación hacia la industria de la música, diseñada para pujar y vender productos al estilo broker, en vez de aportar a la cultura artistas que cuentan historias de verdad.


El jovencísimo y novel Ferdia Walsh-Peelo interpreta a Conor, protagonista principal donde todo gira en torno a él. Y aquí es donde hay que hacer una mención aparte, pues además de que hasta la fecha no lo encontraremos en ninguna otra película, no solo hace una actuación sobresaliente, sino que además es el encargado de cantar muchas de las canciones de la banda, destilando una aura especial de proyecto natural de cantante estrella y ejecutando todas las disciplinas con una espontaneidad asombrosa. Su personaje, canalizará las experiencias a través de sus temas, y veremos como el estado de ánimo confluye a través de la música, e incluso, de la imagen con vestimentas y maquillajes muy apropiados de la época. El origen de Ferdia no surge de una gran factoría como Disney, viene de familia de sopranos y ha realizado algunos musicales en teatros. Por tanto, podríamos decir que a pesar de su desconocida presencia, no cabe duda de que tiene a sus espaldas mucho oficio.

El resto del reparto siguen por el mismo patrón: la gran mayoría actores muy jóvenes y poco conocidos, donde únicamente destaca la cara de Aidan Gillen, que popular por el papel de Meñique en Juego de Tronos, interpreta un papel muy secundario. No obstante, todos ellos siguen en la misma sintonía de buen rollo, y conforman un entorno agradable y divertido, principalmente en las escenas de composición y en los momentos en que todo el grupo se encuentran en plena acción: tendremos escenas de videoclip, de ensayos, de conciertos, etc.

La banda sonora está compuesta por temas propios y por supuesto, como estamos ante una película nostálgica, combina con grandes referencias musicales ochenteros, especialmente The Cure o Duran Duran, que constantemente serán una gran influencia y un espejo para Sing Street. Algunos de los temas que componen en la película serán algo así como un refrito a estas increibles bandas, pero como resultado acaba siendo la esencia de una película muy marchosa y encantadora.




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